Se presenta un nuevo cocinero. Te lo recomiendo
De nuevo una grata sorpresa en esta ciudad de Valencia, que no para de crecer gastronómicamente. En esta ocasión, también de la mano de un joven cocinero formado en fogones de afamados restaurantes. Paco Gamir, con menos de treinta años de edad, se ha lanzado a la aventura en este pequeño local en la zona de “Juan Llorens” de Valencia, desde el que presenta una cocina creativa y de producto, con base mediterránea y toques orientales, con muy buenos y gratos resultados.
La carta no es muy extensa, aunque suficiente para poder elegir sin problemas. Las cartas basadas en el producto no pueden ser muy amplias, ya que se requiere una frescura y rotación permanente del género. La decoración es agradable, con las mesas bien vestidas y equipadas. El servicio es también muy correcto y profesional. Atento pero sin agobiar.
Todo lo que pedimos fue para compartir entre cuatro personas.
TARTAR DE BONITO: Yema curada, cebolla, wasabi, tobiko y ponzu ¡Espectacular!
IKA-CARBONARA: Calamar en crudo con migas de pan, romero y tomillo, seta eryngii (Pleurotus eryngii), sobrasada, pesto y parmesano. Muy bueno.
ZAMBURIÑAS: Al kamado con tierra de cecina. ¡Exquisitas!
HUEVO ORIGEN: Con patata trufada, setas, foie y panceta. En temporada lleva alcachofas. Como se puede apreciar el foie no está escondido detrás de una seta.
STEAK TARTARE de solomillo de frisona con tuétano a la brasa. ¡Imprescindible!
MANZANA GRANNY SMITH en texturas: Helado, confitura, etc... Sorprendente y rica.
TARTA DE QUESO. Buena textura y sabor. Bien
Para los primeros platos tomamos este verdejo que nunca defrauda. Un vino muy equilibrado y agradable de tomar, con matices frescos y aromáticos, que le confieren una personalidad que lo diferencia de sus primos Ruedas más industrializados, aunque éste pertenece a Vinos de la Tierra de Castilla-León. Bodega: Isaac Cantalapiedra en La Seca (Valladolid).
El segundo vino, para acompañar a los últimos platos, fue este viejo amigo "Antídoto". Un Ribera del Duero de la Bodega del francés Bertrand Sourdais en Soria. Es amable, para gustar a todos los aficionados al vino, con aromas de fruta negra, con el alcohol y la madera bien integrados, y un paso de boca muy suave pero persistente. Un acierto siempre.
Si te surge la ocasión de conocer este restaurante no la desaproveches, me lo agradecerás.
Fotografías: © Paco Palanca / Instagram: @ojoalplato.blog / Facebook: @ojoalplato /Twitter: @ojoalplato /Twitter: @pacopalanca