Una receta sencilla y sabrosa

Hoy, para festejar el cambio de estación, el equinocio de primavera, que en Valencia se empieza a celebrar con la tradicional quema de las fallas y finaliza con la conmemoración de la Semana Santa, hoy Viernes Santo, hemos elaborado un plato de acuerdo con la costumbre cristiana, aunque sin ninguna connotación religiosa. De hecho a la vez que hacíamos este plato hemos preparado una fabada, con su morcilla, tocino y chorizo. ¡Bestial!

La cantidad de los ingredientes siempre es orientativa.

300 gr de garbanzos
300 gr de bacalao desalado o fresco
100 gr de patata
50 gr de rúcula
2 ajos
1 cebolla
1 pimiento rojo o verde, al gusto
1 hoja de laurel
2 tomates rallados o triturados
1 cucharadita de pimentón
1 cucharadita de comino
sal

Cocemos los garbanzos en olla a presión durante una hora, con la hoja de laurel. Me gusta que salgan bien cocidos, si la olla es más potente estarán hechos en 30 o 45 minutos.

Mientras tanto sofreímos los ajos con la cebolla y el pimiento, rallamos los tomates. Cuando la cebolla esté transparente, añadimos el comino y después el pimentón, le damos una vuelta en la sartén y enseguida ponemos el tomate para evitar que se queme el pimentón, dejamos cocer hasta que el tomate pierda toda el agua y se quede un sofrito espeso. Podemos licuarlo con una batidora o robot de cocina si preferimos que no haya tropezones.

Cuando los garbanzos ya estén cocidos, añadimos el sofrito y las patatas a los garbanzos. Importante, hay que troncharlas para que aporten mejor sabor al guiso. Dejamos cocer durante quince minutos.

Transcurrido ese tiempo añadimos el bacalao y la rúcula y dejamos cocer cinco minutos más. 

Sí, hemos puesto rúcula, lo tradicional es poner espinacas, pero le hemos querido dar un toque personal y te aseguro que me gusta más. ¡Pruébalo!

Dejar reposar al menos una hora, para que se integren los niveles de sal.
Importante: Vigilar la sal que añadimos, ya que el bacalao nos va a aportar una buena cantidad de ella, en función de la modalidad que hayamos utilizado, fresco o desalado. Ajustarla después de haber reposado el guiso.

Esta es la fabada, ha salido impresionante.

En otra ocasión os explico cómo la hemos hecho. Es sencilla, el secreto está en utilizar los mejores ingredientes.

Fotografías: © Paco Palanca / Instagram: @ojoalplato.blog  / Facebook: @ojoalplato /Twitter: @ojoalplato /Twitter: @pacopalanca