Restaurante Nostre Bar

por paco
Restaurantes Valencia

Noche del 7 de enero, después de una prueba no satisfactoria, en un local que se suponía que tenían vinos para servir por copas, vamos a la búsqueda de un lugar para cenar y quitarnos la sensación de decepción.

Barajamos varios lugares por la zona, barrio de Ruzafa, pero desechamos los más frecuentados y optamos por ir a "Nostre Bar", restaurante en la calle Carlos Cervera número 8, teléfono 963203099 ó 619991972. Su eslogan es "Especialista en especialidades" Horario de 20 horas a 1.


Evo de Gelbenzu

la copa

brocheta de atún

huevo en tempura

filete de antilope con berenjenas

El local es estrecho y alargado, con las lógicas dificultades de ventilación, dependiendo de la presión atmosférica del día, según nos comenta el dueño.

Las mesas están adosadas a la pared y los asientos son fijos y aunque resultaban un poco fríos para el día que hacía, no son incómodos. Las mesas están cubiertas con caminos de mesa, dejando los brazos apoyados sobre el tablero de la mesa, la vajilla es variada y bien escogida para el servicio de cada plato, los cubiertos se cambian cuando es necesario, pero las copas, que tienen la forma adecuada, no favorecen el disfrute del vino, pues son de vidrio en lugar de cristal, lo que implica más grosor de las paredes y peso.

El servicio del vino es impecable, con envinado de las copas con mucho esmero y profesionalidad. No en balde el dueño ha sido el presidente de la Asociación Valenciana de Sumilleres.

La carta de vinos, bien seleccionada, ¡como no!, con algunas referencias menos conocidas pero de contrastada calidad, con una buena representación de vinos valencianos de calidad, los precios muy ajustados, similares al precio en tienda, con un recargo de dos euros por comensal, lo cual es muy buen sistema, económico para el cliente y justo para el restaurador. Este método se está implantando en los restaurantes que saben de vinos.

Tomamos un Evo 2004 de Bodegas Guelbenzu, ubicadas en Navarra, pero no acogida a la denominación de origen por voluntad propia. Estaba elaborado con cabernet sauvignon en un 55%, tempranillo en un 23% y merlot en un 22%. Es un vino muy completo, color intenso y oscuro, con capa alta, complejo de aromas y potente en la boca. Un vino para disfrutar. Curiosamente, según dice su página oficial, la crianza no se hace en barricas, sino en tinos de roble allier de 20.000 litros. La botella indicaba que su permanencia había sido de 14 meses. Un vino que apetece beber más,  indica mucho de él.

La carta de platos es bastante curiosa, además de los platos más conocidos, tiene especialidades que no se encuentran en casi ningún sitio de Valencia, carnes de gacela, antílope, canguro, bisonte, también paté de caracol, de faisán o de corzo. Hay que ir y verlo. Se puede consultar la carta aquí.

Nosotros tomamos unas brochetas de atún bastante agradables, sobre una cama de arroz blanco, después unos huevos fritos en tempura con caviar de trufa negra, muy originales y al final un filete de antílope con berenjenas, que nos sorprendió por su sabor poco habitual, no sabe como las carnes que tomamos regularmente. Una experiencia que vale la pena.

Es este un restaurante de Valencia que es obligado visitar en alguna ocasión, para probar esas carnes exóticas, que pueden gustar o no, pero no hay que quedarse con la duda.

Ficha de restaurante

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