Hace unos pocos meses, abril 2023, abrió un nuevo restaurante muy cerca de la Cruz Cubierta de Valencia, en la esquina de las calles San Vicente Mártir con la Avenida Primero de Mayo. Pero no es un restaurante más, está regentado por los hermanos Morales, Mónica y Rafa. Ambos llevan en esto muchos años y muchos éxitos. Él siempre en cocina y ella alternando su formación inicial en repostería en el Bulli con la dirección de las salas de los restaurantes. Yo los conocí cuando dirigían el restaurante que el Hotel Las Arenas (5*) tenía ubicado en su piscina. Aquello no era ninguna broma. En un ambiente desenfadado, propio del emplazamiento y de la indumentaria de la mayoría de los clientes que disfrutaban del baño, allí se ofrecía una propuesta gastronómica muy seria, además de las bebidas y platos ligeros para pasar el tiempo de “piscina y sol”, existía una alternativa que permitía saborear deliciosas preparaciones que sorprendían por el entorno en el que te los encontrabas. De noche se convertía en un restaurante gastronómico.
Pues bien, ahora tenemos la gran suerte de tenerlos de nuevo cerca de nosotros, sobre todo, para los que vivimos en la zona de Cruz Cubierta-Jesús. Con un planteamiento de cocina tradicional con un enfoque sorprendente, cocina de siempre pero con matices actuales que la convierten en una propuesta refrescante y novedosa, sin abandonar los cánones de la alimentación mediterránea. Las posibilidades son amplias y flexibles, puedes llevarte la comida o comer allí, igual ocurre con la carta de vinos. Es un restaurante de alta cocina pero de proximidad con el cliente, de trato directo y senZillo.
Diariamente se ofrecen cuatro menús y carta, por las noches de viernes y sábado solamente se puede cenar de menú, con tres opciones diferentes. La materia prima es de mucha calidad y se utiliza una técnica culinaria moderna y respetuosa con el producto, que da unos resultados espectaculares.
Nosotros optamos por comer a la carta, empezando con un aperitivo, gentileza de la casa, que consistía en un mini emparedado de crema de atún.
El pan que ofrecen está sabroso y bastante crujiente, lleva tomate de "penjar" que le aporta un plus.
Empezamos con gamba blanca cocida en salmuera. La característica de esta cocción es que la sal no se añade al agua caliente sino a la fría que recibe al marisco después de cocido. La pieza toma la sal necesaria de la salmuera, por lo que sale con el punto justo de sal. Por lo que la sal gruesa añadida después en el plato le sobraba. Gracias a la baja temperatura del agua, se consigue un contraste con la piel de la pieza de marisco, que hace que la cáscara sea fácil de pelar y la carne quede tierna y jugosa.
La segunda entrada elegida fue una burrata fresca con encurtidos, tomates cherry, mazorca tierna, aros de aceituna negra, queso rallado y anchoas. Buena textura del queso fresco y sabor. Equilibrio.
La otra entrada que elegimos fue la tapa del día, que en esta ocasión eran unos pulpitos guisados servidos sobre una parmentier de patata. Estaban muy tiernos, suculentos y delicados.
De plato principal escogimos el guiso del día. Las otras alternativas eran un arroz, un pescado, unas carrilleras de cerdo o un entrecot de aguja. Esta opción era papada de cerdo con embutido y huevo. Nada grasiento ni pesado. Exquisito. Nos sorprendió y gustó mucho.
La repostería se elabora también en el restaurante, por algo Mónica estuvo junto a Albert Adrià en El Bulli. Esta tarta de queso con espuma de mango estaba exquisita. Muy compacta y con mucho chocolate. Muy bueno.
El otro postre fue esta estupenda torrija, que pudimos probar recién hecha y con reposo de 24 horas. Increíble el cambio que sufre este postre de un día a otro. Bueno en ambos casos.
La carta de vinos esta organizada de una forma curiosa. Las botellas están agrupadas por tramos de precio, juntos los blancos, espumosos y los tintos, estos últimos señalados con una marca de color que los distingue de los que se han elaborado en blanco. Tuvimos el acierto de escoger este Godello que estaba exquisito. Elaborado por la Bodega de su propio nombre en la DO Bierzo, con crianza sobre sus lías finas durante nueve meses en las mismas barricas. Es un vino con una personalidad marcada, amplio y voluminoso. Con una frescura equilibrada gracias a su acidez natural. Magnífico.
La primera experiencia de esta nueva etapa de Rafa Morales y Mónica ha resultado satisfactoria, nos quedan bastantes ganas de volver pronto.